En la mitología griega, las musas eran, según los escritores más antiguos, divinidades inspiradoras de la música y, según las nociones posteriores, divinidades que presidían los diferentes tipos de poesía. Originalmente fueron consideradas ninfas inspiradoras de las fuentes, cerca de las cuales eran adoradas; y llevaron nombres diferentes en distintos lugares.
Para los que decidimos crear contenido a partir de nuestra experiencia de vida, de nuestra experiencia laboral o como curadores de contenido nos pasa que por momentos vienen muchas ideas, títulos, frases y reflexiones que nos inspiran y hace que las palabras fluyan y se active la creación de artículos, podcast, videos, presentaciones entre otras formas de contenido; pero pasado un tiempo entre las actividades diaria, el trabajo y las misma ganas de generar contenido sucede que se detiene el departamento en nuestro cerebro dedicado a dicha tarea, parece que se queda sin tinta o papel, en otros casos sin ánimos o abrumado por la presión de querer escribir y así llega el momento donde nos detenemos y hacemos conciente que la musa o inspiración se ha ido.
A partir de ese momento viene las preguntas ¿Qué hago? ¿No cumpliré con mi día de publicación? ¿Será que no debo seguir escribiendo? ¿Cómo hago para encontrar la musa nuevamente? y más importante aún ¿Cómo evito perder la inspiración?.
Quiero decirte que para todas esas preguntas y tantas otras hay respuesta sólo debes tener un poco de paciencia para hallarlas.
Considero que lo más importante es volver al origen, muchas veces en el camino podemos perder el rumbo o el sentido de por qué hacemos lo que hacemos y a partir de ese momento comenzamos a alejarnos de los motivos y aspiraciones que tenemos para hacer lo que hacemos en este caso crear contenido útil para uno mismo y para otras personas.
Tabla de contenido
Consejos o recomendaciones
- Revisa tu rutina: Las tareas bien definidas en nuestra rutina diaria puede ser de las cosas más productivas que recomiendo, pero también pueden ir en nuestra contra si son demasiado rígidas, así que cambiar una poco, flexibilizar algunas cosas desde las más pequeñas a otras más importantes, permitirá que nuestro cerebro se mantenga más activo y atento a los cambios para buscar soluciones más creativas.
- Leer y escuchar: No dejes de leer y escuchar tus fuentes, libros de diferentes temáticas, artículos, historias, contenido que te entretiene, divierte, te hace pensar y te enseña.
- Hacer networking: Conocer a otras personas es clave, creo que para todo en la vida al final de día, es nuestra naturalez estar con otras personas, así que el acto de conocer a otros saber a que se dedican, conocer distintos puntos de vista, criterios y visiones siempre será una actividad que te ayuda a encontrar ideas para crear contenido.
- Realiza actividades físicas: Hacer cualquier tipo de deporte nos relaja y en la gran mayoría de los casos te permite encontrar salidas y respuestas que en la oficina o frente a las múltiples pantallas probablemente no hubieses visto.
- Desconetar para conectar: Trata de desconectarte al menos una vez por semana y verás que tendrás resultados casi inmediatos en tu nivel de concentración y productividad. No necesitas irte a vivir a la montaña, puede ser un paseo de 1 hora por áreas verdes sin notificaciones del teléfono, sin música, sin cámara fotográfica, el objetivo es que puedas calmar tus pensamientos y conectarte con las cosas más importantes, valorar el entorno, observar y apreciar ese momento contigo mismo
- Controla la impaciencia: En los negocios y en la vida en general nada importante ocurre de la noche a la mañana. Se requiere de trabajo, paciencia y empeño para lograr lo que se quiere. No búsques soluciones rápidas a problemas complejos, no las hay. Apuesta por soluciones simples y creativas.
- Sé auténtico: Haz lo que nazca de tu corazón, piensa por qué quieres hacer las cosas en realidad y muévete en esa dirección. El esforzarte a realizar algo que no sientes se notará en tus actos y la manera en que te desempeñas.
- Evita el drama: A veces los ánimos se caldean, se forman discusiones y diferencias entre colegas, amigos, familiares o con tu pareja, debes entender que es normal pero más importante aún es debe ser la excepción y no la regla. Debes mantener un ambiente laboral y familiar balanceado, ameno, divertido y optimisma así lograrás obtener resultados positivos que te permitan seguir adelante y lograr lo que te propones.
- Descansa: Es vital para nuestro cuerpo, al dormir nuestro cerebro activa todo los mecanismos que regeneran cada parte de nuestro cuerpo, fortalece nuestro sistema inmunológico, nos permite pensar con claridad y siempre he creido que la almohada puede tener las respuestas y soluciones más simples.
- Ahh y no dejes de escribir: Para García Márquez “el escritor vale más por lo que bota que por lo que publica”. Esto implica un aprendizaje que permita al sujeto aprender a corregir, a cortar, a eliminar todo lo superfluo, ya que en arte, lo que no es interesante sobra. La importancia de saber detectar cuándo hay un concepto o idea, un línea narrativa potente y verdadera al igual que saber detectar cual es la que sobra. Eso solo se consigue con la práctica y el esfuerzo.
¿Y ahora?
Desde el momento en que el hombre escribe y expresa sus pensamientos en forma comprensible a los demás, se cumple el fin del lenguaje «transmitir lo pensado a lo escrito». El uso del lenguaje es un fenómeno complejo en el cual si fácil no es hablar, tampoco lo es escribir con corrección.
Toda persona necesita expresar sus pensamientos de forma escrita con corrección y elegancia. Es preciso emborronar muchas cuartillas, tachar y corregir constantemente, la habilidad se adquiere a fuerza de tropezar con las dificultades. Algunos dicen que escribir es un don del cielo, aunque es verdad que algo de este arte no se aprende; mucho depende del empeño y el trabajo. Pensemos, por un momento, en las palabras del estilista francés L. Veuillot «A fuerza de trabajo se puede llegar a ser un escritor puro, claro, correcto e incluso elegante». El arte de escribir es el producto de un arduo esfuerzo.
Si el genio es hijo en gran parte de la paciencia, si los grandes del mundo literario deben, asimismo, su grandeza a la capacidad de trabajo; fácil será comprender que el reto para el académico y el profesional radica en la creación de su estilo propio de escritura, sobre todo si se considera que en el arte de escribir está la perpetuidad de su trabajo a las futuras generaciones.
Si tomas en cuenta lo anterior podría casi garantizar que las cosas volverán a fluir, y sino es así sólo ten paciencia todo siempre pasa por algo. 😉